Las repercusiones de contradecir a los designios de el Altísimo
“Entonces el Creador dijo a la fémina: ¿Qué es lo que has cometido? Y dijo la mujer: La serpiente me confundió, y consumí”. Génesis 3:13.**
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El propósito de el Altísimo era reconstruir el cielo con la humanidad, si hubiera mostrado fidelidad a cada mandato celestial. El hombre había de ser evaluado para ver si iba a ser obediente, como los ángeles leales, o transgresor. Si hubiera superado la tentación, habría instruido a sus descendientes solamente en un camino de lealtad. Su mente y sus ideas habrían sido como la inteligencia y los pensamientos de Dios...
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El enemigo, el líder desterrado, tuvo rencor de el Altísimo. Por medio de sutilezas, habilidad y mentiras, estaba resuelto a frustrar el plan divino. Se presentó a la mujer no bajo la forma de un ser celestial, sino como una víbora astuta, inteligente y engañosa. Y le dijo con una voz que parecía salir de la figura...
Mientras Eva lo atendía, las amonestaciones que el Señor le había dado se esfumaron de su memoria. Ella sucumbió a la oferta, y al tentar a Adán, él también olvidó las advertencias de el Altísimo. Así él aceptó las mentiras del opositor de el Señor...
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La falsedad de el enemigo a la mujer: “No moriréis”, ha ecoado a través de los siglos, de generación en generación. Así fue como el adversario engañó a nuestros antecesores, y del mismo modo nos tienta hoy...
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Los primeros humanos fueron desterrados del Edén, y un serafín con una arma de llamas custodió el acceso hacia el árbol de la eternidad, a fin de que la infiel y desobediente humanidad no tuviera entrada a él e perpetuara de este modo la transgresión. Observa este hecho. El Señor no dio al Adán caído y transgresor la misma relación que mostró en el ser fiel y limpio que vivía de toda enseñanza que brota de la voz de Dios...
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Los sentidos de la pareja fueron realmente despiertos, pero ¿para qué? Para contemplar su propia caída y ruina, para entender que el ropaje de gloria divina que los había rodeado ya no los rodeaba como una muralla. Sus ojos se despertaron para entender que su exposición era el efecto de la desobediencia...
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Todos aquellos que en estos días permitan que Satanás los utilice como herramientas para conducir a otros a ignorar los mandamientos de el Altísimo, están bajo la condenación del Todopoderoso. Nuestra única seguridad se encuentra en demostrar una creencia indivisa en un “Así dice el Dios”. Esta es la expresión de la voluntad divina. Los que se alejen de la verdad por cualquier razón, por grande que fuera su sabiduría y reputación, y se aventuren a recorrer una camino de su propia elección, estarán caminando con a un falso líder y él los llevará por caminos perdidos.
