**Satanás y el individuo en conflicto** 79975
"Enemistad pondré entre usted y la fémina, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la mente, y tú le dañarás en el calcañar." Génesis 3:15. Esta aversión no es innata. Cuando el ser humano transgredió la norma divina, su naturaleza se volvió malvada, en sintonía con Satanás. Los espíritus malignos y los hombres malvados se unieron en terrible coalición. Si Dios no se hubiera intervenido, Satanás y el hombre habrían hecho trato contra el Reino divino, y toda la raza humana se habría unido en resistencia a Dios.
Cuando Satanás escuchó que debía haber antagonismo entre él y la mujer, y entre su simiente y la de ella, supo que por algún camino había de habilitarse al hombre para resistir su influencia.
Cristo siembra en el hombre la oposición contra Satanás. Sin esta bendición convertidora y este impulso celestial, el hombre seguiría siendo un instrumento siempre dispuesto a obedecer las órdenes de Satanás. Pero el nuevo poder en el alma crea conflicto; el poder que Cristo imparte fortalece al hombre para resistir al usurpador. Detestar el pecado en vez de amarlo muestra un principio totalmente de lo divino.
El conflicto entre Cristo y Satanás se reveló de manera intensa en la respuesta de Jesús por el mundo. La perfección y justicia de Cristo generaron contra Él el rechazo de los impíos. Su humildad fue una advertencia continua para un pueblo vanidoso y carnal. Satanás y los ángeles malos se juntaron a los impíos contra el Defensor de la verdad. La misma oposición se repite hacia los discípulos de Cristo. Quien resista la prueba despertará la ira de Satanás. Cristo y Satanás no pueden coexistir. "Todos los que quieran permanecer justamente en Cristo Jesús experimentarán aflicción". 2 Timoteo 3:12.
Los agentes de Satanás intentan engañar a los seguidores de Cristo y desviarlos de su lealtad. Ellos tuercen las Escrituras para lograr su objetivo. El impulso que dio fin a Cristo motiva a los pecadores a perseguir a sus creyentes. Todo esto está revelado en esa original profecía: "Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya."
¿Por qué Satanás no encuentra suficiente rechazo? Porque los discípulos de Cristo tienen tan limitada unión profunda con Cristo. El mal no es para ellos repulsivo como lo fue para su Señor. No se enfrentan a él con una resistencia firme. Están confundidos ante el ser del príncipe de las sombras. Incontables no saben que su enemigo es un poderoso líder que combate contra Cristo. Incluso los predicadores del mensaje pasan por ignoran las pruebas de su actividad. Parecen ignorar su realidad misma.