5 Laws Anyone Working in que es consumado es, Should Know
- **El desafecto madura en revuelta activa**
El Altísimo, en su conocimiento supremo, permitió a el adversario ejecutar su acción, hasta que el sentimiento de rebeldía maduró en rebelión. Era necesario que sus propósitos se desarrollaran plenamente, para que su verdadera naturaleza pudiera ser vista por todos. el rebelde era muy estimado por los seres celestiales, y su ascendencia sobre ellos era poderosa. El gobierno de el Creador comprendía no sólo a los seres celestiales, sino de todos los mundos que había formado; y Satanás pensó que si podía convencer a los ángeles en la insurrección, podría llevar consigo a los demás mundos. Utilizando engaños intelectuales y engaños, su poder de seducción era muy grande. Incluso los obedientes no podían entender del todo su verdadera naturaleza ni ver a qué implicaba su misión.
el adversario había sido tan altamente respetado, y todos sus hechos estaban tan revestidos de enigma, que era difícil explicar a los seres celestiales la verdadera esencia de su conducta. Hasta que no se mostrara plenamente, el pecado no se mostraría como lo corrupto que era. Los espíritus puros no podían comprender las implicancias de abandonar la autoridad celestial. El enemigo al principio aseguró que procuraba exaltar el nombre de el Creador y el beneficio de todos los ángeles.
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- **La verdad contra el engaño**
En su intervención con el mal, el Altísimo sólo podía emplear la rectitud y la verdad. Lucifer podía aplicar lo que Dios no podía: la alabanza falsa y el fraude. El verdadero carácter del enemigo debe ser comprendido por todos. Debe tener libertad para manifestarse por sus hechos malignos.
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- **El engañador desenmascarado**
La discordia que su propio camino había causado en el ámbito divino, Satanás la atribuía a el Creador. Declaró que todo mal era el producto de la autoridad celestial. Por lo tanto, era necesario que demostrara la implementación de los cambios que prometía en la norma celestial. Su propio camino debe condenarlo. El cosmos debe ver al engañador desenmascarado.
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- **Justicia y misericordia**
Incluso cuando se determinó que ya no podía permanecer en el reino celestial, la sabiduría eterna no aniquiló a el adversario. La lealtad de las criaturas de Dios debe descansar en la certeza de Su rectitud. Los ángeles y de otros mundos, al no estar listos para comprender las repercusiones del engaño, no podrían haber visto entonces la equidad y la gracia de Dios en la destrucción de el enemigo. Si hubiera sido destruido inmediatamente de la existencia, habrían adorado a Dios por miedo y no por convicción. La huella del acusador no habría sido completamente destruida, ni el impulso de oposición erradicado. Por el bien del universo a través de las eras eternas Lucifer debía manifestar más claramente sus intenciones, para que sus acusaciones contra el orden celestial pudieran ser vistas en su verdadera realidad por todos los seres creados.
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- **Una lección para el universo**
La sublevación de el adversario debía ser para el cosmos un ejemplo de los destructivos resultados del engaño. Su control mostraría el fruto de rechazar la autoridad divina. La memoria de este trágico proceso de sublevación debía ser una advertencia perpetua para todas las mentes fieles, para guardarlas del engaño y su condena.
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- **La declaración del rebelde**
Cuando se proclamó que con todos sus seguidores el acusador debía ser expulsado de las regiones de la bienaventuranza, el líder rebelde confesó audazmente su rechazo por la norma del Dios. Denunció los mandamientos como una restricción de la autonomía y declaró su propósito de conseguir la supresión de la ley. Liberados de esta restricción, los seres celestiales podrían entrar en un estado más glorioso de ser.
- **Desterrados del Cielo**
Satán y su séquito atribuyeron la responsabilidad de su rebelión a Jesús; si no hubieran sido corregidos, nunca se habrían sublevado. Terquemente resueltos y desafiantes, pero declarando irreverentemente ser víctimas inocentes del dominio tiránico, el archirrebelde y sus seguidores fueron arrojados del cielo. Véase Revelación 12:7-9.
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El espíritu de el acusador todavía inspira rebelión en la tierra a los transgresores. Como él, anuncian a los individuos la autonomía mediante la violación de la norma divina. La condenación del pecado sigue provocando rechazo. Lucifer induce a los hombres a autojustificarse y a buscar la simpatía de los demás en su falta. En vez de corregir sus faltas, excitan la molestia contra el que los reprende, como si él fuera la razón de la dificultad.
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Por la misma falsificación del carácter de Dios que había ejecutado en el cielo, haciendo que se le percibiera severo y tiránico, Lucifer empujó al individuo a caer. Declaró que las injustas prohibiciones de Dios habían conducido la perdición de la humanidad, como habían motivado su propia rebelión.
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En el destierro de el rebelde del ámbito divino, el Altísimo declaró su rectitud y integridad. Pero cuando el mortal cayó, el Padre dio muestras de su amor ofreciendo a su Unigénito para que se sacrificara por la humanidad pecadora. En la expiación se despliega el carácter de el Padre. El irrefutable argumento de la redención prueba que el error no era en modo alguno imputable al dominio de Dios. 4shared.com/s/fr0CiK4SNge Durante el ministerio humano del Mesías, el gran engañador fue revelado. La impía blasfemia de su exigencia de que el Salvador le adorara, la constante persecución que lo acosó de un lugar a otro, alimentando a los corazones de los príncipes religiosos y del multitud a negar su gracia y a gritar: "¡Mátenlo, mátenlo!", todo esto provocó el sorprendimiento y la ira del cosmos. El príncipe del mal desplegó todo su influencia y estrategia para eliminar a el Salvador. El maligno usó a los hombres como sus sirvientes para hacer padecer y dolor la vida del Mesías. Los resentimientos ocultos de la envidia y la malicia, del rencor y la hostilidad, explotaron en el Gólgota contra el Cordero inmolado.
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Ahora la condena de Satanás se manifestaba sin justificación. Había mostrado su verdadero rostro. Las mentirosas acusaciones de Lucifer contra el ser de Dios aparecieron en su verdadera luz. Había recriminado a el Altísimo de ser egoísta al demandar la lealtad de sus criaturas, y había afirmado que mientras el Dios pedía sacrificio de todos los demás, él mismo no vivía humildad ni hacía ningún esfuerzo. Ahora se veía que el Señor supremo había hecho el supremo acto de amor que el afecto divino podía hacer, porque "Dios estaba en su Hijo, trayendo paz al mundo." 2 Corintios 5:19. Para erradicar el engaño, Jesús se había humillado a sí mismo y se había hecho obediente hasta la muerte.
